Hacer y rehacerse por la música, las raíces de MT suenan en un disco autobiográfico.
Mario Tavares, es más que un músico leonés; parte de ese ‘ecosistema’ llamado escena local, Mario hace video, foto, produce y colabora con todos. Un personaje al que le hierve la necesidad por crear, desde ahí es que nace Origen, el tercero de una discografía que se mueve disconforme entre el pop, reggetón y ahora un punk de prepa que sabe a nostalgia.

Arriesgado compositor, MT encontró un espacio entre sus amigos punk que destrozan tarolas y la bandita popera que rompe corazones, y ahí decidió hacer música sin etiquetas, orgulloso de lo que promulga. Origen es un disco así, auténtico no por su originalidad, sino porque es, sin vergüenza, sin tabúes y sin complejo, lo que le nace a Mario y al final si de expresión se trata la música, ser honesto es necesario.
El disco inicia con Llegó el atardecer, una primera evidencia de lo que vamos a escuchar en la próxima media hora y es que es un disco compacto, contundente, porque para hablar de uno mismo, sobran los rodeos. Este primer corte trae un punk adolorido y un rencor ‘buenvibroso’, de ese que te amenaza pero románticamente. Con esa sensación continúa un tributo para cantar y recordar, Veneno es antídoto es el segundo tema, no hay alteraciones ni formas evidentes de que MT la quisiera hacer suya, porque más que apropiación este es un ejercicio de catarsis al pasado, con aquello que lo formó.
El principio del final, es ese tema obligado en los discos happy punk, una despedida con ritmo marcado y constante, entre esa energía se rompe el corazón al despedirse del amor que pendejamente creíamos eterno y bueno… a todos nos pasa. Así que acto seguido, viene la contracción con Quisiera no pensar, que seguro advierte que hay que olvidar, dejar atrás y a seguir.
Luego de seguir, toca ilusionarse nuevamente, porque al final que sería de esta vida sin la frenética montaña rusa que hay del amor al desamor; Déjame sentirte es positiva, esperanzadora si exageramos. Historias al balcón continúa el mood meloso y nos envuelve en esa esencia pop que tiene bien aprendida MT.
Así es como se va cerrando el disco, con el pop y el romance danzando con la nostalgia y situaciones personales, Me hace muy bien y Brillando en mí, preparan el terreno para Estrellas, una tema que extingue la velocidad, frena, duele y se despide.
A lo lejos, desde la app o el reproductor, MT podría parecer difuso, sin una conjetura en su estilo, pero traspolando al músico con la persona, al sentimiento con la técnica, la historia con el formato, Origen constituye, en la carrera de Mario Tavares, una especie de instructivo para entender de dónde vino, cuál es su presente y qué futuro construye.
Sigan a MT en sus redes, y aguarden sus próximos gigs, donde puede estar colaborando con la escena pop, arriesgando y abriendo espacios en el reggetón local o haciendo desmadre con su pasado punk en algún toquín de camaradas.
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